lunes, 11 de mayo de 2009

Opinión

Clúster Claves y Estrategia de Futuro





Claudio Quiroz, Director de International Cluster Chile (*)


La acepción clúster puede tener diversos significados y limites, como lo destaca Michael Porter en su libro “Ventaja Competitiva de las Naciones", esta corresponde a “concentraciones geográficas de compañías interconectadas” que “compiten pero también cooperan”.

Bajo esta premisa se busca aumentar la productividad de las empresas, innovar y estimular a nuevas empresas en el sector. Algunos años atrás, un especialista en estas materias me decía que había que tener cuidado de ver clúster por todos lados, considerando sólo la aglomeración empresarial como un elemento explicativo.

Es así que para definir los clúster claves no sólo hay que tener presente la variable de aglomeraciones empresariales en un territorio, o sus ventajas comparativas, sino definir de manera clara cuáles son los objetivos esperados y el marco territorial que le asignaremos. Para graficar esta acotación hay que preguntarse si debemos hablar de Clúster minero de Chile o un Clúster minero de Antofagasta o El Teniente. Tal vez es correcto hablar de todas y dependera de la interdepenedencia de las empresas con un territorio que no necesariamente es el asignado politicamente. Hoy en Europa ya se comienza a establecerel la cooperación transnacional entre clúster, por lo cual, podriamos entrar a una redefinición del término en cuanto a su delimitación geográfica.

Por otra parte, la política de clúster no puede ser entendida como una política para el apoyo a las Pymes o de regionalización, sino como una estrategia que aporta mayor competitividad a sectores existentes y a través de el, crear nuevos sectores competitivos. De igual forma hay que tener presente la vocación del clúster, si este responde a objetivos local o global o ambas, ya que depende de sus alcances como se definirán muchas acciones.

Para lograr el éxito competitivo de esta política hay que tener clara la estrategia, pues no basta concentrarse en la búsqueda de la productividad, calidad o gestión del cambio, sino en generar acciones para desarrollar el clúster y sus empreas, a través de la producción de servicios o productos únicos y diferenciados, altamente valorados por los potenciales consumidores o destinos.

La actual discusión académica en la definición de un clúster clave establece que éstos deben responder a desafíos de futuro, y en lo posible lograr cambios en nuestra función de producción agregando potencialidades técnicas. De esta manera, un clúster clave no necesariamente responde a un sólo sector, sino que puede tener una interdependencia fuerte con variados sectores, puede ser el caso de la biotecnología, químico- energético o servicios intermedios.

Es decir, nuestros sectores tradicionales como la minería, agricultura, la pesca deben ser un medio para avanzar a nuevos sectores de futuro. En este sentido, quisiera recordar lo afirmado por M. Goh, ex - primer ministro de Singapur, en relación a la crisis de crecimiento de su país, “si uno quiere ser importante y próspero debe encontrar los medios de evolucionar, sino se muere como un dinosaurio”.

El ejemplo de Singapur, creación de nuevos sectores
A objeto de afrontar la caída de competitividad de los sectores tradicionales, como el electrónico, en la economía de Singapur, el Gobierno estableció desde el año 2000 un estrategia, se adoptó la decisión de generar un cuarto pilar en su económica, y se optó por la biotecnología, sin tener una pasado ni una aglomeración empresarial en este sector. Así se construyó Biopolis para desarrollar nuevas ventajas competitivas.

Este centro para la investigación localizado en 20 hectáreas alberga a institutos de investigación, universidades y empresas en el sector de la Biociencia y Biotecnología, siendo las áreas científicas más importantes las genómica, bioingeniería, nanotecnología, bioinformática, biología molecular y celular y tecnología de bioprocesos.

La primera fase desarrollada entre los años 2003 y 2004 tuvo un costo de $500 millones de dólares y fue acompañada de una estrategia de atracción de los mejores talentos e investigadores mundiales en estas materias, paralelamente se invirtió fuertes recursos en becas para la formación de nuevos talentos.

Hoy en Biopolis se encuentran importantes empresas biotecnológicas como Abbott, GlaxoSmithKline, GSK Biologicals, Lonza, Lilly, Merck, Novartis, Pfizer, Sanofi-Aventis, Schering-Plough, Wyeth and Kaneka. Cuando se les consulta a las empresas por que escogieron Singapur mencionan como aspectos más importantes la disponibilidad de talento.

En segundo lugar, un marco jurídico especialmente apropiado para la investigación –favorable, por ejemplo, a la investigación con células madre embrionarias- entre las razones que motivaron la elección de Singapur como sede del centro. En relación a lo logrado en este proceso nace una pregunta ¿sin este impulso del gobierno de ese país podríamos hablar hoy del clúster de la biotecnología en Singapur?

Aunque muchos dirán Chile no es Singapur, es un dato de la causa si queremos avanzar al tan anhelado desarrollo, hay que crecer a tasas del 7% y tal vez nuestros sectores tradicionales no sean lo suficiente para ello. Entonces pensemos en utilizar nuestros materias primas para crear los sectores de futuro, y no caer sólo en clúster de adornamiento de sectores.



(*) Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión, Administrador Público, Universidad Central de Chile; Magister en Políticas Públicas Universidad del Desarrollo, Máster especializado en Ciencia Política y Derecho Público, Universidad de Paris; Estudios de Doctorado Universidad de Paris.

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